Memoria / Testimonio V: Carta a mis amigos


Miércoles 6 de noviembre, en algún local de la calle Esmeralda, Valdivia


Gracias bichito por escuchar mi catarsis narcisista del “no hay nada que yo pueda hacer”, del “me siento inútil”, “siento que todo es inútil”, de esta impotencia que me da que el estado asesino de chile nos tenga de manos atadas. Gracias por tomarme la manito cuando me dijiste que estaban disparando afuera del Macdonal porque viste que se me arrugó la cara intentando que me salga el llanto. Hoy no nos dejaron ni marchar. 
Es que tenía tanta rabia contra la policía, tantas ganas de causarles daño de vuelta. Me decías que no era tanto el miedo que te daba el que nos mataran, sino lo que nos podían hacer sin dejarnos muertas. Nos fuimos distraídas por la calle para comernos un completo y nos quedamos encerradas adentro del local. Cuando bajaron la cortina metálica una niña pequeña entró en pánico y su llanto fue desgarrador. La señorita repartía pedazos de limón para contrarrestar la lacrimógena que parece estar más fuerte cada día (la estarán mezclando con gas pimienta). Le pregunté a la señora que nos sirvió los sánguches que cómo lo hacían pa irse pa sus casas todos estos días donde la caída del sol es peligrosa. Estamos peor que en toque de queda. Ahora nos vamos voluntariamente tempranito pa la casa, para evitar que nos intercepten en vehículos blancos y nos golpeen y nos quemen colillas de cigarro en los brazos preguntándonos por nuestros amigos. Tengo miedo a que me pesquen y me dejen viva con todos los recuerdos tenebrosos, con su olor a pólvora. Tengo miedo de lo que nos puedan hacer los pacos, los milicos, los sapos. Tengo miedo porque no podemos defendernos. Tengo ganas de hacerles daño de vuelta. Quiero que imploten, que se los coman por dentro nanobots con tropismo por pacos. Quiero reventar las ruedas de sus carros lanza agua y de sus carros lanza gases y voltearlos y que ardan. Porque no me puedo defender de ellos. Porque nos pueden estar esperando en cualquier parte. Y en la tele las noticias dicen “5 pacos heridos por atentado contra comisaría”, y los 40 y tantos civiles asesinados? Y los miles de civiles torturados? Y los cuerpos arrojados a los incendios montados?
El día de hoy perdí el control un poco. Llevamos 19 días respirando miedo y ansiedad, respirando bromuro de bencilo. Estoy asustada, me siento impotente, estoy cansada, me siento angustiada y ansiosa, no paro de agitar mi pie contra el suelo con los puños apretados. Gracias bichito por acompañarme. Aunque sé que también estabas angustiada. Pero al menos estábamos juntas. No se trata de dejar de sentir miedo, se trata de hacernos compañía, de cuidarnos las espaldas.
No podré olvidar todo esto que vivimos juntos, amigos. Los lazos que forjamos compartiendo el miedo, el fuego y la gloria de nuestra rabia alegre. Ahora conocemos la mirada que tenemos en secreto y a veces no decimos nada, nos damos una palmadita en la espalda o un abrazo largo y fuerte. Solo cuídense cuando anden en la calle y avisen si llegaron bien a sus casas.

Comentarios