La TV en la Isla de Piñera

La isla de Piñera: en un país imaginario donde los ríos y las aguas son desviadas hacia bosques, paltos y mineras privadas; donde la salud es privada, la educación es privada, las pensiones privadas y con grandes ganancias para unos pocos; con un presidente multimillonario, ávido por el dinero mal habido (en esa escala, ¿existe una forma buena?) y sus amigos empresarios mantienen grandes riquezas a costa de los demás; donde la policía y los militares han expropiado el estado, y luego violan, asesinan, disparan perdigones a los ojos, lanzan bombas lacrimógenas a su pueblo, abusando de niñas y niños en los colegios; donde los medios de comunicación no informan, llevan a sus canales a la misma gente de siempre, hablando banalidades y preguntando sobre cómo reprimir la violencia; donde los primeros habitantes del territorio son reducidos y asesinados por sus "guardianes"; donde el único derecho es una tarjeta de crédito, la nueva religión del estado; en este reino imaginario, claro, las personas solo quieren restablecer el orden público y seguir su vida normal, como seres humanos pacíficos y de buena voluntad.